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DAY ONE

    Todo empezó un día, como cualquier otro realmente, cuando un muchacho llamado Alejandro estaba con su celular, hablando en un grupo de WhatsApp, hay que decir que él como algunos de sus amigos solían hacer grupos con personas de otros lugares de Argentina, que nunca iba a conocer, como si de sonreír con gente que no conoces se tratase, qué tiene de malo, ¿No? Como sea. En uno de estos grupos participaba mucha gente nueva, todos tenían ganas de conversar, por esto no paraban de llegar mensajes y era hasta difícil no perderse al leerlos, una tal Lucila mandó un mensaje —Holaa— fue lo único que dijo, Ale tuvo curiosidad de ver quien era, ya que no le parecía que la que envió ese mensaje estuviera en cualquiera de los otros grupos. No era la típica foto selfie que se sacaban los adolescentes, o esa que todos nos sacamos en el espejo del baño, se trataba de una foto de ella sentada frente a un árbol, él admirado por la calidad de la foto decidió escribir en el grupo, —Hola Luci, ¿Te puedo molestar?—, el resto del grupo simplemente lo ignoró. Leyendo las tonterías que estaban escribiendo logra ver otro mensaje de esa chica, decía algo así como que le escriba al privado, y así fue como comenzó la conversación
—Eu, Luci. 
—¿Eras vos el que me quería molestar?— contestó esperando ver qué decía el chico molesto del grupo que le estaba escribiendo en privado. 
—Si, vi tu número y me pareció raro, quería saber de donde sos— dijo Ale, casi zafando de quedar en un momento incómodo. 
—Jajaja, soy de La Pampa, ¿Y vos?
—Es muy lejos, yo soy de Formosa—Pasaron los días y siguieron conversando, se lograron llevar bien.          Intentaban conocerse, él le contó que le encanta la música, sobretodo el piano ya que era su pasatiempo favorito, ella por su parte le dijo que se encontraba en una relación con su novio, diciéndole lo feliz que se encontraban juntos y más cosas que uno dice cuando está enamorado. Fue suficiente escribirse todos los días durante algunas semanas para ganar un poco de confianza entre ellos. A Luci le gustó la conversación que tuvieron de cómo Alejandro había aprendido a tocar el piano, así que quiso volver al tema de la música contándole la pasión que sentía al cantar, y fue la excusa justa para que ambos se animen a mostrar su talento, por así decirlo, intercambiaron audios de música, resultando encantados por las lindas canciones que elegían interpretar, tenían un estilo musical muy similar. «Ella canta realmente hermoso» pensaba Ale estando maravillado por lo que escuchaba, y así era, llegaba a tonos bastante complejos gracias a su registro vocal agudo.

—Nunca escuché lo lindo que era ese instrumento— dijo ella luego de escuchar los audios del piano.
No eran más que desconocidos intentando justamente conocerse y llevarse bien.
Su pequeña amistad y charlas todos los días se extendieron otra vez algunas semanas más, tiempo que dio lugar a una pequeña discusión, básicamente ella consideró que él dijo algo obsceno de la foto que tenía de perfil en Twitter, al ser poca la confianza para este tipo de comentarios, el mismo fue suficiente para que dejasen de hablar. No dejaba de ser una broma que Alejandro quiso hacer, pero si ella resultó ofendida tenía derecho a actuar de esa manera. 
Ella, tres o cuatro días después de esa discusión, se dio cuenta que quizás exageró en su forma de recibir ese comentario, así que le envió un mensaje
—Ale, disculpame por haberte tratado así, no era para tanto— dijo ella. 
—No no, disculpame a mi por haber dicho eso, lo dije en broma, pero no debí hacerlo, no fue apropiado— respondió con una sonrisa al ver el mensaje de ella. 
Parece como si hubiera ya más confianza, él le preguntó adecuadamente si podía seguir diciendo bromas así, al fin y al cabo era parte de su humor, ella le dijo que si, y siguieron riendo juntos sin ningún tipo de problema.

¿Recuerdan al novio de Luci que mencioné antes en el relato? Bueno, ella al ver la confianza que se había ganado Alejandro decidió contarle que estaban pasando por un problema, y le pidió ayuda. Él en esa situación lo que hizo fue pedirle que se tranquilice y que le cuente lo que había pasado, iba a darle su opinión o algún consejo, siempre intentando que ella se sienta mejor. Después de que Ale entienda la discusión que ella había tenido con el novio, vio que el problema, por más que ellos se quisieran mucho, era muy grande para que intentaran seguir juntos, ya que el chico cuando se trataba de ser celoso se tornaba muy tóxico, y no era bueno para ninguno de los dos, ella abrió la mente para pensarlo y realmente darse cuenta que Ale tenía razón, al igual que sus amigas cuando le decían lo mismo. Ella decidió entonces tomarse un tiempo con esa relación, lo quería mucho para solo dejarlo ir, así que le dio la oportunidad para que pueda ver lo que estaba haciendo mal, realmente ese chico la estaba lastimando por la forma que subía el tono al hablar, no era consciente de las cosas que decía al estar en ese estado de celoso. Ella entonces, al tomarlo de esa forma, se sintió mejor, le dio las gracias a su amigo Ale, y siguieron hablando de otras cosas, volviendo a sonreír juntos con algunas tonterías.

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